En la primavera de 2007 me levanté una mañana de madrugada para tomar un vuelo de Ryanair. Cargué mi mochila al hombro y subí el volumen del reproductor MP3 para despejarme mientras me abría paso por las calles frías y vacías. Desde entonces ha sido un himno para las aventuras. Algunas no terminaron bien.
Pasé por este post hace unos días buscando el de «Revisionismo y literatura fantástica» y se me pasó comentar aquí.
No caben en un comentario los recuerdos que me traen esta canción y ese disco. Otro tiempo, otra vida. Nada que no me esfuerce en recordar cada poco tiempo…