Daniel Zamir en concierto

Llevo meses escuchando una y otra vez el concierto de Daniel Zamir en la edición de 2013 del festival jazzahead de Bremen.  Daniel Zamir toca el saxofón soprano y actuó en aquella ocasión acompañado por Omri Mor (piano), Gilad Abro (contrabajo) y Amir Bresler (batería). A Omri Mor y Amir Bresler los había visto, por cierto, formando trío con Avishai Cohen. Algo tiene el jazz israelí, sin duda. El penúltimo tema es apoteósico.

 

Pablo Escobar no hablaba así

Conocí la historia de Pablo Escobar vía la edición española de Killing Pablo de Mark Bowden, el autor de Black Hawk Down. Y hace poco vi el documental colombiano Los tiempos de Pablo Escobar.  Así que cuando llegué a Narcos me sentí decepcionad con ese tono ligero con el que parece que trata de contar una versión for dummies de acontecimientos reales densos. Diego Manrique va más allá en El País criticando que la serie tiene un punto de vista gringocéntrico en el que los personajes locales quedan reducidos a secundarios planos.

Para mí chirría mucho la elección para interpretar a Pablo Escobar de un actor brasileño, a Walter Moura lo conocimos en Tropa de Élite, que no habla español con natularidad y a veces suena hasta incomprensible. Resulta que el personaje real tenía un acento característico que da idea del conflicto social de fondo. Pablo Escobar, con su acento paisa, era un provinciano que desafía a las élites tradicionales del país. Precisamente la forma de hablar de Pablo Escobar en la serie colombiana El patrón del mal  se convirtió en una de sus señas de identidad.

Un adelanto de la película Ghost in the Shell

Dos mangas marcaron mi adolescencia: Akira y Ghost in the Shell. Hablé en algún momento de ambos aquí. Y de cómo Masamune Shirow, el autor de Ghost in the Shell, encontró un nicho de mercado dibujando pin-ups y escenas subidas de tono para olvidarse de sus series de manga. Ahora Ghost in the Shell vuelve a ser noticia por la aparición de varios teasers de la película que Hollywood está preparando. Dos posters de Motoko Kusanagi en papel grueso de 1000 Editions presiden mi cuarto. Y la polémica saltó cuando se supo que un personaje tan icónico va a ser interpretado por Scarlett Johanson, un clamoroso caso de white washing. Precisamente una de las cosas que más me llamó la atención mientras estuve sin escribir este blog fue cómo las políticas de la identidad están marcando el debate político en las redes sociales. Será un asunto que tendré que tratar aquí. Con la producción de una secuela de Blade Runner quizás veamos un interés renovado por el género cyberpunk.

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Volver a ser un Lobo Estepario

En el verano de 2014 me propuse no retomar este blog hasta no terminar cierto proyecto. No lo he hecho todavía. Estuve tentado de saltarme la condición que me impuse pero no ha sido hasta hace poco que no he vuelto a sentir la urgencia de tener un canal propio para expresar todas esas cosas que no tienen nada que ver con mi trabajo mientras el mundo parece volverse más loco.

Mi primer blog se titulaba El Lobo Estepario y lo creé en 2004. Fue un blog anónimo durante bastante tiempo. La razones resultan ahora ridículas. Pero aquellos eran los tiempos en que la derecha mediática española se echó al monte argumentando que el gobierno de Rodríguez Zapatero era un gobierno ilegítimo nacido de un pacto con los servicios secretos de Marruecos y ETA. Se sucedieron las manifestaciones en Madrid contra el matrimonio entre personas del mismo sexo y contra las negociaciones con ETA, salpicadas con reclamaciones sobre la «verdad» del 11-M. Pío Moa llegó a pedir que las fuerzas armadas dieran un golpe de estado y los conspiranoicos del 11-M manifestaban su esperanza de que, tras una de aquellas manifestaciones, el presidente Rodríguez Zapatero abandonara el palacio presidencial en helicóptero como hizo el argentino Fernando de la Rúa tras su dimisión. El debate en Internet era bronco y yo me impliqué en él. Percibí un ambiente guerracivilista y como era un recién llegado a Madrid opté por el anonimato.

La lección que me queda de aquella época es que si uno pasa demasiado tiempo en Internet termina creyendo que es un reflejo de la realidad. Útimamente he pasado bastante tiempo leyendo en Internet  a gente que defiende el Mal y me ha vuelto a pasar eso de creer que vivimos tiempos de confrontación extrema. Siento la necesidad de alejarme de mis intereses habituales para volver a tratar todas aquellas cosas que ocuparon este blog. Siento la necesidad de volver a escribir sobre cine, televisión, fotografía, literatura, poesía, arquitectura, urbanismo y tecnología. Así que es hora de que vuelva El Lobo Estepario.