Jackie Chan, genio del cine

Jackie Chan (Hong Kong, 1962) acaba de recibir un Óscar honorifico. El más joven de un grupo de cuatro en el que el resto superaban los 80 años. Quizás algún despistado no sepa qué méritos cinematográficos le avalan. En el muy recomendable canal de Youtube Every frame a painting, donde diseccionan a directores y temas de cine, explican por qué Jackie Chan es un genio del cine.

De Qué Sabes De a Photolari

El 1 de octubre me desperté con la sorpresa de que el sitio web sobre fotografía Qué Sabes De había cerrado. Se trataba de una de mis lecturas obligatorias cada día. Y es que uno de mis placeres culpables era, desde hacía mucho tiempo, estar más pendiente de las noticias sobre material de fotografía que de la propia fotografía en sí. No tengo reparo en reconocerlo. Yo soy de esas personas que no terminan de sacarle partido a la cámara que tienen pero babean por el último modelo de cámara de estilo retro.

En su despedida, el director de Qué Sabes De dejaba la posibilidad abierta de un retorno y culpable a ciertos socios del cierre prematuro de una publicación que arrastraba problemas. Y es que, ahora vengo a enterarme, la popularización de los móviles con cámara de muchos megapíxeles ha provocado una caída brutal de la venta de cámaras de fotos. El negocio de las cámaras de objetivos intercambiables y compactas avanzadas sigue, con la novedad de las cámaras sin espejo y compactas de sensor grande. Pero el negocio de las compactas bolsilleras simplemente ha desaparecido. Y en general, se venden menos cámaras, arrastrando al sector de publicaciones que vivían de contar las novedades del mundo fotográfico.

A mí Qué Sabes De me gustaba porque daban la impresión de no estar «vendidos» a ninguna marca. Había otras publicaciones con análisis más técnicos, con sus gráficas y parámetros esotéricos. Pero yo me fiaba de ellos. Y me gustaba su tono desenfadado. Al menos ahora nos queda Photolari, con Iker Morán  y Álvaro Méndez en el mismo tono desenfadado. Ojalá les vaya muy bien.

«El asalto a la cultura» de Stewart Home

el-asalto-a-la-kulturaAcabo de releerme El asalto a la cultura de Stewart Home, que trata de corrientes artísticas y culturales desde el movimiento COBRA a la revista Class War. El libro fue publicado originalmente en 1988, así que abarca desde poco después de la Segunda Guerra Mundial a finales de los años 80, con lo que se puede decir que propiamente recoge movimientos de vanguardia del período de la Guerra Fría. Se trata de grupos todos llegado a criticar el mundo del arte y la cultura como manifestaciones burguesas y mercantilizadas para proponer la ruptura de las categorías tradicionales. La inspiración del dadaísmo y el surrealismo es clara. Pero ahora, con la perspectiva del tiempo, podemos decir que fracasaron en su propósito. La sociedad capitalista y de consumo siguió su camino y las obras de muchos de aquellos artistas rompedores terminaron entrando en el mercado del arte.

Hay algo que llama la atención en el libro. Lo efímeros de muchos de aquellos grupos, que a pesar de todo lograron cierta relevancia. El mundo de las vanguardias se movía por un número limitado de ciudades de Europa Occidental y las costas de Estados Unidos, así que podemos sospechar que se trata de un mundo pequeño donde es fácil trazar conexiones personales. Un caso particular es el de la Internacional Situacionista, donde encontramos expulsiones y disidencias propias de adolescentes enfurruñados. ¿Qué quedó de todo aquel ruido y furia?

La relectura del libro me lleva a echar un libro equivalente dedicado a las corrientes surgidos a partir de 1991. La propia Wikipedia recoge una lista larga de manifiestos artísticos aparecidos después de la popularización de Internet. Seguro que alguien en alguna parte se ha encargado de poner orden y redactar una historia de los movimientos relevantes.

Guardar

Guardar

Guardar

InterRail y el ocaso del viaje en tren

Acudí a un campamento de verano internacional con 22 años, hice amigos y el siguiente verano hice mi primer viaje con un billete InterRail. Desde entonces me enganché a los viajes en tren, recorriendo Europa de punta a punta mirando el paisaje por la ventana. Para alguien de más de metro ochenta, la posibilidad de salir al pasillo a estirar las piernas es una ventaja a tener en cuenta. Y por supuesto, estaba el sentido de la aventura en la era que te comunicabas con casa llamando desde teléfonos públicos y no existían los móviles con Internet.

Recientemente alguien se sacó de la manga la propuesta de regalarle un billete de InterRail a cada europeo al cumplir los 18 años. Se trata de una medida pensada para combatir el euroescepticismo y combatir la creciente xenofobia. Pero resulta que, siguiendo las novedades de los viajes en tren en Europa en Seat61.com desde hace tiempo, he comprobado que se suceden el cierre de líneas de larga distancia. Supongo que ante la competencia de los aerolíneas low-cost. Así que esa posible popularización de los billetes de InterRail, con millones de beneficiarios cada año (¿alguien ha pensado en que podría suceder si todos los posibiles beneficiarios decidieran viajar en verano?), podría coincidir precisamente con el ocaso de las líneas de larga distancia.

Lleavaba tiempo leyendo en Seat61.com el cierre de líneas y supongo que tendría sentido ponerse en cierta forma nostálgico porque los viajes en InterRail marcaron mucho mis veintitantos. Pero supongo que son un vestigio obsoleto del pasado, como aquellas postales que mandaba a casa. Así que a lo mejor estoy confundiendo la nostalgia del «romanticismo» del viaje en tren con la nostalgia del tiempo que ya no volverá. A eso se le llama hacerse viejo.