En su momento Amazon lanzó al mercado un Kindle grande, el modelo DX, allá por 2009. Nunca renovó el diseño. El segmento de mercado quedó en manos de marcas minoritarias que introdujeron la novedad de presentar ereaders de 9,7 pulgadas con sistema operativo Android 4.0. Seguí con interés la evaluación de los distintos modelos, que todos coincidían carecían de la agilidad de los ereaders más pequeños y modernos.
La cosa podría cambiar con el nuevo Onyx Note con pantalla de 10,3 pulgadas. Juan Luis Chulilla, autor del blog Tinta-e, ha presentado el anterior vídeo donde Salvador Vicente habla del comportamiento del aparato.
Creo que mi primer recuerdo del dúo Penn & Teller fue ver su película Penn & Teller get killed una tarde cualquiera en televisión allá por los 90. No es que fuera una película memorable. Tan sólo recuerdo la voz en off de Penn antes de los créditos finales lamentando que sus personajes mueren porque así no habrá forma de hacer una secuela. De alguna manera, el recuerdo perduro hasta que me reencontré en Youtube los comentarios políticos de Penn o los espectáculos de magia del dúo. Pero lo que verdaderamente me llamó la atención fue su programa «Fool Us». Consiste en un espectáculo de magia por el que desfilan diferentes magos y ellos dos tratan de averiguar cómo está hecho el truco. Si no lo adivinan, el mago se lleva un trofeo y es invitado a participar en el espectáculo de Penn & Teller en Las Vegas.
Creo recordar que me inquietaba la magia de pequeño, con aquella estética decadente de tipos misteriosos con capa y ayudantes con minivestidos de lentejuelas haciendo trucos con conejos y palomas. Era la magia de un estilo de espectáculo en decadencia. Pero con el programa de Penn & Teller entramos en el terreno del desafío intelectual y de, sabiendo que todo tiene truco, precisamente disfrutar el arte y la habilidad de la persona que es capaz de engañar nuestra vista. Así que he devorado un montón de actuaciones de «Fool Us» en Youtube. Aquí están mis tres favoritas con una mención especial.
Eric Mead explica que hay una ley no escrita de la magia que dice que si una persona normal y corriente viendo un espectáculo de magia pilla cómo está hecha una pequeña parte del truco dirá que el mago no consiguió engañarle. En cambio, cuando un mago ve el espectáculo de otro mago y es capaz de entender cómo está hecho todo menos una pequeña parte dirá que no ha sido capaz de entender cómo funciona el truco. Eric Mead arranca su actuación explicando a Penn & Teller que el truco con un cubilete y monedas que va a hacer, un clásico, implica el uso de técnicas como «sleight of hands» y «verbal misdirection». Y luego actúa con Penn & Teller bien cerca, sentados alrededor de la mesa. Me encanta la fluidez de su manipulación de las monedas y la tranquilidad del tono de su voz. Y cómo todo sucede delante de tus propios ojos.
Kostya Kimlat tuvo la «mala pata» de plantarse en el programa pocas semanas después de que Penn&Teller hubieran hecho el mismo truco en televisión. Así que subió al escenario con la sensación de que iba allí sólo por la diversión y disfrutar el momento de aparecer en la tele. Y sin embargo, su ejecución del truco no se pareció en nada al método de Penn&Teller, que fueron pillados totalmente por sorpresa. El «cabreo» de Penn por no entender qué ha pasado delante de sus ojos es muy divertido. Y cuando miras varias veces el vídeo descubres que es un truco «sencillo» en planteamiento pero que requiere una maestría enorme en la manipulación de cartas digna de un genio.
Shawn Furquhar debe ser de los pocos magos que ha aparecido dos veces en el programa. Parece un tipo hiperactivo, inquieto y travieso. En esta ocasión parte de la emoción del truco está en que hace que Penn sujete entre sus manos un mazo de cartas y le va planteando «¿qué dirías si hubiera sido capaz de hacer esto y lo otro…?». Y entonces va subiendo y subiendo la ambición del resultado final hasta arrancar la cara de asombro de Penn ante lo que sabe que va a pasar delante suyo y tú te quedas sorprendido de lo que acaba de pasar cuando enseña el resultado, preguntándote cuándo y cómo hizo todo. Juega muy bien con las expectativas y la emoción, con un resultado final de asombro.
«Fool Us» se basa en la buena fue de las partes. Después de la actuación de cada mago, Penn & Teller le dan pistas de cómo creen elllos que está hecho el truco. Y el mago les cuenta si es así o no. Por lo visto, cada mago le tiene que confesar a los productores cómo está hecho el truco para que no haya trampas. Pero a veces hay confusiones o malosentendidos. Simon Coronel hizo un truco clásico y sencillo, las «monedas voladoras», pero con una gran elegancia y jugando muy bien con el despiste. Cuando Penn & Teller tuvieron que tratar de adivinar cómo estaba hecho el truco, Simon Coronel concedió que le habían pillado. Pero resulta que no. Que la ejecución de su truco era original y sólo después del programa se aclaró que había conseguido engañar a Penn & Teller. El trofeo y el reconocimiento se le dio en una gala posterior.
Cuando uno crece descubre conceptos como los incentivos perversos o la ley de las consecuencias imprevistas. Resulta que hace años las costas de Libia se convirtieron en el punto de partida de buques que en condiciones precarias cruzaban el Mar Mediterráneo hasta alcanzar la costa de las islas italianas. Alguno naufragó llevándose cientos de almas al fondo del mar. Así que varias ONG fletaron buques de rescate y hasta la Unión Europea se implicó en el rescate de las personas que iban en esos barcos sobrecargados a los que llamaban «refugiados». Fundido en negro. Los buques de las ONG han estado viajando hasta la costa libia para recoger a las personas que organizaciones locales suben a botes neumáticos de gran tamaño que se anunciaban en el portal de comercio chino Alibaba.com, como «botes de refugiados«. En realidad se trata de migrantes económicos llegados de sitios tan lejanos como Bangladesh, sin duda atraídos por el efecto llamada de la nueva puerta trasera a Europa. Una vez abordo del buque de la ONG se les lleva a Italia so pretexto de ser náufragos con derecho, según las leyes del mar, a ser desembarcados en el puerto seguro más cercano. Cientos de miles de personas han entrado en Italia de esta forma desde 2014. Fundido en negro. El tema de la inmigración se convierte en asunto central de la campaña italiana para sorpresa de la prensa española que alerta de cómo los partidos populistas han introducido el tema de la inmigración de forma artificial en la agenda política. Flashback. Manifestación de inmigrantes africanos frente a una oficina gubernamental de la región de la Toscana demandando una vivienda y una renta básica. Cartel de un centro de salud en una localidad costera anunciando su cierra temporal para atender a las inmigrantes desembarcos y recomendando a los usuarios a acudir al centro de salud de una localidad cercana. Reportaje sobre cómo las autoridades incautan un hotel y obligan al dueño a aceptar a inmigrantes recién llegados como húespedes. Despliegue del ejército austriaco en la frontera con Italia. Amenazas del gobierno italiano con entregar un visado Schengen a todos los inmigrantes desembarcos en sus puertos y permitirles la libre circulación por Europa si no se procede a un reparto de ellos entre los países europeos. Fundido en negro. El nuevo gobierno italiano se niega a que la embarcación Aquarius, con bandera de Malta, desembarque a cientos de inmigrantes. El recién nombrado gobierno español se ofrece a acoger en España a las personas que viajan a bordo del Aquarius en una situación límite.
Veo una explosión de júbilo en Twitter. La gente dice sentirse orgullosa de ser española por la actuación del gobierno. Yo sólo pienso, ¿y luego qué? La política mediática tiene estas cosas. Convierte en urgente e imperativo actuar ante una situación mientras otras muchas iguales tienen lugar. El mundo giro ahora entorno a las personas que viajan en el «Aquarius». ¿Qué haré el gobierno español ante los siguientes buques rechazados por las autoridades italianas? ¿Aceptará a unos pocos? ¿A todos? ¿Con qué criterio? ¿O se impondrán un protocolo europeo para repartir los inmigrantes recogidos en las costas libias? ¿Qué se harán con los inmigrantes? ¿Se les mandará a la cola o se les darán privilegios especiales? ¿Se convertirá en España en un nuevo destino privilegiado para la inmigración irregular gracias a políticas garantistas del nuevo gobierno?
Tengo una sensación extraña ante lo que sucede. Lo miro desde la perspectiva de la «longue durée». Asistimos al ocaso de una Europa atrapada en sus contradicciones posmodernas mientras se suicida demográficamente. Mientras, en un mundo globalizado la gente en lugares como Nigeria o Bangladesh sabe que hay una vida mejor en Europa y han decidido venir a buscarse un futuro. Es un proceso que hay que entender en el largo plazo y que posiblemente finalice con Europa dejando de ser Occidente. Así que me pregunto si tiene sentido hacer o decir algo. Quizás la precaución de hablar sea un síntoma característico del problema. Hay cosas que no se deben decir.
Y las putas y los políticos alzaran sus miradas y gritarán «¡Sálvanos!». Y yo miraré hacia abajo y susurraré «No».
Hace unos meses encontré el comentario de una chica en Twitter que recomendaba no usar el término «friendzone» porque era, según ella, un concepto empleado para hacer sentir culpables a las mujeres que rechazaban a un hombre. Creo que he usado pocas veces el término en mi vida y si lo he hecho ha sido la mayorías de veces de forma irónica. Me llamó la atención ese ánimo censor, tan habitual en las guerras culturales del momento. Pero me quedé pensando que la palabra mí sí me parece útil para describir ciertas situaciones y ciertos contextos.
Resulta que yo fui un pagafantas. Así que conozco el fenómeno por dentro. El punto de partido es el desconocimiento de cómo funciona realmente el cortejo y la seducción Un pagafanta es, por lo general, un chico que crece escuchando que lo que las chicas quieren es alguien de buen corazón, amable, cariñoso y atento. Evidentemente, nada más lejos de la realidad. Pero el pagafantas cree que ganará el corazón de la chica objeto de su atención mostrándose servicial y atento. «El otro día el profesor repartió fotocopias. Cogí unas para ti porque tú no viniste». «¿No trajiste paraguas? No te preocupes. Yo sí. Si quieres te acompaño hasta tu casa». «Hola, el viernes mencionaste que querías ver la última temporada de una serie pero no tienes Netflix. Toma, aquí la tienes descargada con subtítulos en esta memoria USB» El pagafantas además piensa que es sólo cosa de pasar tiempo con la chica para que ella descubra lo buen tipo que es él. Así que buscar meterse los grupos de trabajo que está ella o incluso elige las mismas asignaturas para coincidir con ella. Digamos que la estrategia de seducción del pagafantas es la erosión geológica. Así que telegrefiando de forma tan evidente sus golpes, que dirían en boxeo, ella termina comprendiendo sus verdaderas intenciones.
Llegamos ahora a la otra parte de la historia. Como aprendimos con Michel Foucault, el poder es una relación no algo inherente. Así que si se establece esta dinámica entre dos personas es porque el objeto de atención lo permite y facilita. Las cartas pueden llegar a ponerse sobre la mesa y él recibir la fatídica respuesta «te quiero como un amigo», de ahí el término de ser enviado a o mantenido en la friendzone. Sin embargo, es habitual que ella tolere la situación, convirtiendo al pobre pagafantas en un confidente de sus aventuras amorosas. El término pagafantas viene de la idea de que él queda con ella y le toca pagar los cafés o los refrescos mientras ella le cuenta sus fracasos sentimentales o los problemas con su pareja. En ese contexto se produce la conversación más temida por todo pagafantas. Cuando ella le dice «ojalá él me comprendiera como lo haces tú» o «ojalá hubiera hombres que pensaran como tú».
Lo habitual es que el pagafantas no entienda la incoherencia del discurso de ella sobre su deseo de encontrar un chico bueno, tierno y comprensivo mientras va saltando de carismático egoísta en carismático egoísta. Ahí se va abriendo una grieta en la mente de él, que no termina de entender la chica que le interesa tenga tan mal ojo para los hombres. Cabe la posibilidad de que él termine entendiendo que no hay aleatoriedad ni mala suerte en el historial de parejas de ella. Y puede que él termine por entender el papel que le toca jugar en la historia. Ella siente predilección por los guaperas superficiales o los cabrones carimásticos. Y a él le toca el papel de comparsa encargado de insuflarle a ella autoestima, afecto y atención. Si él comprende todo esto, termina por romper el círculo y pasar página en su vida, alejándose del tipo de mujeres que se resigna con relaciones superficiales o autodestructivas mientras busca mantener a un chico que le aporte sus carencias afectivas para mantenerlo en la friendzone. Hay un paso ulterior a esta vía de salida al pagafantismo: convertirse en la clase de egoísta arrogante y superficial por el que las chicas sienten atracción, como defienden en el foro The Red Pill de Reddit.
Pero si el pagafantas no termina de entender los entresijos de este tipo de relación y los mecanismos de la seducción acumula resentimiento contra las mujeres. En los últimos años hemos tenido varios casos en Estados Unidos y Canadá de matanzas cometidas por chicos jóvenes frustrados por su nulo éxito con las mujeres. El resentimiento acumulado se había visto alimentado por la participación en foros de Internet donde jóvenes en la misma situación compartían experiencias como célibes involuntarios (INCEL). He visto el tema tratado en la prensa española y siempre se caracteriza a los INCEL como estúpidos machistas o misóginos. Unos loosers de cuidado, que sólo merecen burla y desprecio por culpar a las mujeres de sus problemas. También vi comparaciones del fenómeno con la radicalización yihadista. Y me surgió la duda, habiendo meurtos de por mediol. ¿Nadie ha pensado en combatir la narrativa? ¿Nadie ha pensado en cómo programas de desradicalización? Despreciar un fenómeno y negarse a entenderlo no me parece que sea el paso adecuado.
Recuerdo que un día en clase de Sociología de Género la profesora mencionó la mayor tasa de abandono escolar de los chicos y comentó que tratándose de un problemas que no afectaba a las mujeres le parecía irrelevante. Si la vida no me hubiera llevado por otros derroteros, de haberme dedicado a la Sociología me hubiera dedicado al estudio de la cuestión de género desde una perspectiva masculina. Un tema que por aquel entonces era un erial académico y sospecho que lo sigue siendo.
Vi ayer en Menéame un artículo en la página web de del canal estadounidense Univisión a cerca de que la tasa de suicidios había aumentado en el país. El artículo dice:
La tasa de suicidios aumentó casi 30% en todo el país entre 1999 y 2016, según indicó un informe publicado este jueves por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Solo en 2016 se suicidaron casi 45,000 personas, lo que la consolidó como una de las principales causas de muertes en el país. Ese número es más del doble que la tasa de homicidios durante el mismo año.
El artículo de Univisión menciona el desglose de datos por edad o estado de residencia pero no menciona el género, una variable sociológica fundamental. Así que busqué el informe original, mencionado en el artículo. Extraje la siguiente captura del PDF.
El informe diferencia los suicidas sin trastornos mentales conocidos y con ellos. En el primer caso tenemos que un 84% de los suicidas sin trastornos conocidos eran hombres. En el segundo caso tenemos que un 69% de los suicidas con trastornos mentales conocidos eran hombres. El suicidio es una de las principales causas de muerte en Estados Unidos. En 2016 la tasa de suicidios dobló la de homicidios. Y como vemos, se trata de un problema masculino.
ElDiario.es recogía en 2014 que, según expertos de la Sociedad Española de Psiquatría» el suicidio es «un problema de salud pública que se oculta debajo de la alfombra». Que el suicidio es un fenómeno social y no estrictamente individual lo sabemos desde que en 1898 saliera a la luz El Suicidio de Emile Durkheim, uno de los padres de la Sociología. El artículo de ElDiario.es menciona cómo la crisis económica española aumentó el número de suicidios, hasta convertirlo en la principal causa de muerte violenta por encima de los accidentes de tráfico o los asesinatos.
En España donde en las vacaciones de Semana Santa y verano se producen desplazamientos masivos por carretera, las cifras de muertes en accidente por carretera fueron un tema que ocupaba espacios en las noticias de la televisión. Y en 1992 la Dirección General de Tráfico lanzó una serie de anuncios tremebundos con el lema «Las imprudencias se pagan cada vez más» que marcaron una época..
Las muertes en accidente de tráfico se convirtió en un problema nacional que el Estado abordó dedicando recursos a concienciar sobre él. Recientemente lo hemos visto con otro problema, el de las muertes de mujeres a manos de hombres. Los Presupuestos Generales del Estado destinan 80 millones de euros y la previsión del saliente gobierno del Partido Popular era que comunidades autónomas y ayuntamientos destinaran otros 120 millones. ¿Por qué no hay una plan de choque nacional contra el problema? Si uno busca sobre el tema se encuentra una y otra vez con un palabra: tabú.
Un detalle curioso. Al entrar en la página del INE me encontré que no publica datos específicos desde 2007:
Desde 2007, siguiendo los estándares internacionales en la materia, se ha adoptado la decisión de suprimir los boletines del suicidio y obtener la información estadística relativa al suicidio a partir de la información que ofrece el boletín de defunción judicial que se utiliza para la Estadística de defunciones según la causa de muerte.
Así que tuve que ir al enlace y jugar con las opciones para obtener datos recientes: hubo en 2016 un total de 3.569 suicidios en Espapa, donde el 74,6% de los casos fueron hombres. Así que tenemos que al igual que en Estados, en España el suicidio es un problema que va en aumento y es un problema que afecta mayoritariamente a hombres. Sin embargo, no vemos que haya un plan nacional para la prevención del suicidio, ni campañas en los medios de comunicación sensibilizando sobre el problema. Como diría aquella profesora mía, es un problema que afecta a los hombres. Así que, ¿a quién le importa?
Me sorprendo a mí mismo al descubrir que este blog nació en septiembre de 2011. Y que en los últimos meses apenas he escrito pero no ha sido una ausencia de más de un año como me imaginaba.
Empecé escribiendo un blog anónimo con el nombre de guerra del Lobo Estepario que mutó en uno donde aparecía mi nombre y mi cara. Pero mientras tanto, fui escribiendo blogs anónimos donde escribía de los temas más variados. Este lo empecé para escribir de cosas culturetas. De cine, series de televisión, literatura, fotografía, poesía, música, arquitectura, etc. Por el camino, como siempre, fueron surgiendo temas inesperados, como la construcción social del gusto. Deformación académica. Y así, mientras le daba vueltas a que cámara compacta comprarme me di cuenta de cómo la fotografía había dejado de mirar al futuro a la hora de diseñar las cámaras digitales para vivir en una permanente celebración de la nostalgia. Basta mencionar mi extraña desazón al encontrar un blog de videojuegos retro llamado «Un Pasado Mejor». La comercialización de la nostalgia se convirtió en un tema recurrente y también esa sensación de que «el futuro ya no es lo que era». Luego fui introduciendo otros, tocando temas de política, medios de comunicación y tecnología. Fui acumulando enlaces y más enlaces para escribir aquí, pero nunca encontré el tiempo o las ganas para escribir aquí.
Ahora, volvemos a vivir «tiempos interesantes» en España. Tenemos un nuevo gobierno débil sin margen para desarrollar su agenda económica, así que anticipamos que se dedicará a tomar medidas en el terreno de lo simbólico e identitario. Carlos Prieto habla de la «guerra cultural que viene». Y mientras tanto, «algo» está pasando en YouTube con la aparición de canales como los de Un Tío Blanco Hetero, Anima y Leyre Kyal. Así que escribiré de los temas de siempre, pero abriré nuevos caminos.