El concepto de fusión ha pasado por varias viscitudes. Empezando que un artista de aquí incoporase un instrumento de allí, por ejemplo el cajón afroperuano en el flamenco, pasando por la remezcla más o menos infame de sonidos tradicionales con una base rítmica al estilo de Deep Forest. Más complicado es lograr ese maridaje perfecto entre músicas de un lado y otro. Yo no he parado estos días de escuchar al Kronos Quartet acompañando a Alim Qasimov y su hija Ferghana Qasimova.
Curiosamente resultó duro de digerir para muchos.