Una de las cosas que me llamó la atención cuando pisé los países del norte de Europa era lo apetecible que se hacía vivir allí por una mera cuestión estética. Ciudades más humanas, con más zonas verdes, con carril bici y con edificios coquetos. Al volver, no cuesta imaginárselo, una sensación de shock.
Jose Paya Zaforteza se pregunta en Arte y Artificios «¿por qué nuestras ciudades son feas»?.