En la mañana del 1 de agosto los ordenadores de Knight Capital Group empezaron a lanzar operaciones bursátiles de forma desquiciada. La empresa perdió 400 millones de dólares en sólo 45 minutos y al final del día su valor en bolsa había caído un catastrófico 63%. La explicación oficial es que ese día la empresa estrenaba un nuevo software. La instalación, ya vemos, salió mal.
Ya lo conté por aquí hace tiempo. Muchas empresas que negocian en bolsa usan algoritmos para lanzar operaciones en cuestión de una fracción de segundo eliminando a los humanos de la toma de decisiones. Pero a veces se produce una reacción encadenada de algoritmos que entran en un círculo vicioso y provocan descalabros como el sucedido al Dow Jones el 6 de mayo de 2010. Perdió 988 puntos en apenas unos minutos.
Roger Senserrich no deja de admirar «lo cyberpunk de todo este tema» pero remite a la alarma dada por Felix Salmon. Este tipo de operaciones son cada vez más abundantes en los mercados bursátiles, como muestra el gráfico animado. Tenemos así ya nuestro propio escenario de pesadilla postapocalíptico. Los shocks del petróleo de 1973 y 1979 junto con la Segunda Guerra Fría provocada por Ronald Reagan nos llevó a Mad Max. El 11-S y la sensación de que el mundo no volvería a ser el mismo porque el peligro nos acechaba en nuestras propias ciudades nos llevó a la avalancha de películas de zombies, Jericho y Falling Skies. La generación de la crisis de las subprime y la prima de riesgo ya tiene su propia fantasía postapocalíptica. Skynet no será un ordenador militar, sino el sistema automatizado de una firma bursátil.
Y Rodrigo Rato entonces será un T800, digo yo…