Tengo la sensación de que la mayoría de la gente no entiende cómo funciona el sistema de pensiones. La idea generalizada es que el gobierno toma dinero de tu sueldo para meterlo en una cuenta, hacerlo crecer y devolvértelo años más tarde en forma de pensión. Recuerdo alguna manifestación de jubilados cabreados en países como Argentina gritando “¿dónde está mi dinero?”. La realidad es que las pensiones no funcionan como un fondo de inversión, sino que es pacto intergeneracional en el que los trabajadores de hoy le pagan la jubilación a los trabajadores de ayer y la educación a los trabajadores del mañana. Para que el sistema funcione la gente tiene que morirse tarde o temprano y nuevos trabajadores entrar en el mercado laboral.

El sistema funcionó perfectamente en la era en que la esperanza de vida sólo superaba la edad de jubilación en una década y Occidente vivió el despegue económico después de la Segunda Guerra Mundial. Era la época previa a la globalización y la sociedad de la información en que un obrero o un oficinista mantenía a su familia, pagaba la casa y tenía un coche. El mundo cambió y ahora en España el sistema está roto.

Pirámide de población de España a enero de 2022. Fuente: INE.

Tenemos una de las mayores esperanzas de vida del mundo. Cosas del clima, la alimentación, las redes familiares y un sistema sanitario público bastante bueno manteniendo a la gente viva. Eso significa que hay que pagarle la jubilación a la gente por más tiempo. Y a la vuelta de la esquina habrá que pagar la jubilación a los hijos del boom demográfico de los 60 y 70. Para colmo, la tasa de natalidad española llevo décadas por los suelos. Es un fenómeno generalizado en el mundo desarrollado. Pero podríamos pensar que al menos eso significa que los jóvenes que se incorporan al mercado laboral tienen menos competencia que mi generación y se colocan más fácil. Pues no. España es el país de Europa con el mayor porcentaje de jóvenes en paro.

Hoy en día, la mitad de los presupuestos generales del Estado en España se van en pagar pensiones y deuda. Y no sólo no tenemos un debate nacional sobre el inviable futuro de las pensiones, sino que recientemente el gobierno anunció que iba a mejorarlas. La verdad es que gobierno tras gobierno ha procurado mantener el poder adquisitivo de los jubilados a pesar de que se disparara la inflación o las sucesivas crisis económicas. No sé si hay algún estudio que compruebe si son efectivamente una masa de votantes disciplinados que acuden a cada cita electoral frente al pasotismo de los jóvenes generalmente apáticos y despolitizados. Pero parece que los políticos en España legislan para tener contentos a los jubilados mientras los jóvenes son abandonados al borde del camino.

Un día escuché en televisión a Teresa Rodríguez decir que proponer políticas natalistas era machista y que la solución pasaba por introducir más inmigrantes en España. Me hizo gracia el argumento porque me quedé pensando si eso significaba traer en un futuro lejano más inmigrantes para pagar la pensión de los que vengan en un futuro cercano. Más inmigrantes para para pagar la pensión de los inmigrantes que vinieron a pagar la pensión de los españoles. Y así hasta el infinito.

El problema no es exclusivo de España. Pero España es un caso particular porque lleva cuarto de siglo estancada económicamente. Algo de lo que habrá que hablar otro día. Pero me sorprende y alarma que los problemas estructurales del país (demografía, energía, industria…) no estén en el centro del debate y sí lo esté el separatismo de las regiones más ricas y la “batalla cultural”. Y estoy seguro que el día que algún político asuma el problema y decida recortar las pensiones y retrasar la edad de jubilación nos dirán que es un malvado neoliberal que quiere explotar a los trabajadores y odia a los abuelitos.

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2 respuestas a “Cosas rotas en España (I)”

  1. Avatar de MDII
    MDII

    La izquierda en este país, y en bastantes otros, preocupada por identidades mientras el tiempo apremia. Me recuerdan a aquellas liebres de la fábula, que debatían si eran galgos o podencos mientras su tiempo se acababa.

  2. […] la dependencia de los fondos europeos y del turismo… Tengo pendiente continuar la serie de cosas que están rotas en España, que va camino de ser un país de trabajadores pobres y poco cualificados. Ahí sí que pueden […]

Replica a Los guardianes entre las ruinas | El Lobo Estepario Cancelar la respuesta

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