Supuestamente los libros electrónicos venían a liberarnos de los costes de impresión, distribución e intermediación de libreros, transportistas y otros. Pero de un tiempo a esta parte me me he dado cuenta que me he encontrado diferencias ridículas de precio entre el libro en papel y la versión electrónica. Art Brodsky cuenta en Wired los cambios en el sector tras la introducción del libro electrónico que han perjudicado a librerías, bibliotecas y autores. Mientras Scribd pretende crear un servicio de tarifa plana, el «Netflix» de los libros.