Siempre que alguien quiere hacer un chiste a lo que poco que se parece el 2013 al que nos prometieron en aquellos reportajes sobre “el mundo del futuro” en la Muy Interesante o en alguna película de ciencia ficción, siempre surge la pregunta “¡¿dónde está mi coche volador!?”. Pues aquí está uno, el Terrafugia TG-X.
Viéndolo volar sólo se me ocurre una pregunta, ¿qué utilidad tiene un avión que pliega las alas y se conduce como un coche por carretera? Siempre será un mal coche y un avión limitado.
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