Eres malvada. Y sabes por qué.-Le dije. Pareció no entender de qué estaba hablando. Sentí haber puesto algunas de mis cartas boca arriba.
Un poco, supongo.-Dijo.
-Si no sabes de lo que estoy hablado entonces es que simplemente eres peligrosa.-Concluí.-Tendré cuidado.– Añadí. Aunque estaba en realidad pensando en voz alta.

Posted in

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.