Estos días está teniendo lugar el Mobile World Congress en Barcelona y no se me ha movido un pelo. Las grandes marcas anuncian teléfonos móviles con pantallas táctiles enormes, mayor resolución, memoria, potencia y mejores cámaras. Exactamente igual que el año pasado. Quizás las novedades futuras vengan por el lado de los sistemas operativos, pero ya vimos lo revolucionario que ha sido Firefox OS y el Blackphone llega unos cuantos años tarde como concepto.
La cuestión es que estaba el otro día recostado en la cama navegando por Internet con el móvil cuando caí en la cuenta que aquella situación no era muy diferente a lo que años atrás hacía con mi netbook. Miraba las noticias, las actualizaciones de mis colegas en Facebook y algún vídeo chorra en Youtube. Las cosas serias, como en aquel entonces, las hago sentado en el escritorio con el PC. ¿Qué novedad me ha aportado un smartphone con Android? El correo electrónico en el móvil, mensajería instantánea, una cámara de fotos, navegar por Internet y un callejero es algo que ya tenía con mi Blackberry Pearl allá por 2008. Eso sí, en un móvil más inestable y con las funciones de teléfono peor integradas en el resto del aparato. Habrá que seguir esperando un cacharro que suponga un verdadero salto tecnológico.