Siempre me ha hecho gracia esos edificios ultramodernos y vanguardistas donde te mueres de frío, te achicharras de calor o hay corrientes horribles que vuelven inhóspitos los corredores. Con lo fresquito que se estaba en la lonja de casa de mi abuela en verano. Así que siempre me ha interesado la arquitectura eficiente, que básicamente consiste en reaprender lo que antes se hacía casi de forma instintiva usando ahora materiales modernos. En el pasado mes de octubre se celebró en Madrid el Solar Decathlon Europe. Y claro, ves noticias así: «Los patios mediterráneos enseñan ecoeficiencia a los arquitectos».