Hay una serie de verdades establecidas sobre la actual crisis en España que son simplemente mentira. El Estado del Bienestar y la descentralización de las Comunidades Autonómicas son, al parecer, una pesada carga de la que hay que deshacerse. Se avanza en el desmantelamiento del primero. La realidad es que la deuda en España es principalmente privada. Quien tiene deudas son las empresas y particulares. Así no hay gasto. Las empresas no invierten y los particulares no compran cosas. Por tanto, el Estado recauda poco vía impuestos porque el tanto por cierto que se lleva de la renta de personas y empresas es mucho menor con la crisis. Con menos gente en las calles comprando, la recaudación vía impuestos indirectos (como el I.V.A.) es menor también.
La solución planteada es reducir el gasto público con medidas como tener menos empleados en los hospitales o colegios sin calefacción, a la a vez que se aumentan los ingresos mediante los impuestos. Pero es que el problema está en otra parte. En España el Estado recauda poco vía impuestos comparado con el resto de Europa. Pero no porque los impuestos sean más bajos, sino porque quienes ganan mucho pagan poco gracias al fraude y las triquiñuelas.
Así que las recetas del Partido Popular para salir de la crisis son la solución equivocada a un problema que no existe. O no.